A los 750 g. de miga de pan se le rocía el vino blanco hasta que se esponje. Transcurridos 4 o 5 min. se retira el vino sobrante presionando el pan; se le agregan los huevos batidos, el azúcar, una cucharadita de canela molida, las raspaduras de medio limón y se amasa todo hasta conseguir una pasta homogénea.
Para el agua-miel se pone un cazo con 1 l. de agua y 1/2 l. de miel, las cáscaras de la naranja, las raspaduras restantes del limón y otra cucharada pequeña de canela molida. Se pone al fuego unos 10 minutos hasta que merme un poco y se le retiran las cáscaras de la naranja.
En una sartén se calienta el aceite de oliva virgen extra (dos dedos más o menos) y se van depositando, con la ayuda de una cuchara, porciones de la masa que hemos preparado; se fríen hasta dorar los buñuelos y se ponen a escurrir en una fuente sobre papel de cocina.
Para terminar de hacer los buñuelos se van cociendo en el agua-miel solo 6 u 8 segundos y se colocan en un recipiente sin amontonarlos. Si no se van a consumir enseguida se guardan y se riegan con agua-miel cuando vayan a ser degustados.
Ingredientes (4 personas)
- 750 g. de miga de pan
- 500 g. de miel
- 150 g. de azúcar
- 50 g. de canela
- 6 Huevos
- 1/2 l. de vino blanco
- 1 Limón
- 1 Naranja
- 1 l. de Aceite de oliva virgen extra con Denominación de Origen Estepa
NOTA: Esta receta es muy antigua, de finales del s.XVIII, y es bastante fácil de preparar. De esta manera, se aprovechaba el pan sobrante….. (antes no se tiraba nada). Estos buñuelos tiene un sabor muy parecido a las tradicionales torrijas.
Virgen extra recomendado: Hojiblanco API de Puricon porque aguanta bien las altas temperaturas y le da al plato un frutado equilibrado.