Buñuelos al agua-miel

15

Fácil

4 personas

30

Tradicional

450

Preparación Paso a Paso

1. Prepara la masa: Coloca los 750 g de miga de pan en un recipiente y rocía con el vino blanco. Deja que se esponje durante 4 o 5 minutos. Después, presiona el pan para retirar el exceso de vino. Añade los huevos batidos, el azúcar, una cucharadita de canela molida y las raspaduras de medio limón. Amasa bien hasta obtener una mezcla homogénea.
2. Prepara el agua-miel: En un cazo, añade 1 litro de agua, 1/2 litro de miel, las cáscaras de la naranja, las raspaduras restantes del limón y una cucharadita de canela. Lleva todo a fuego medio y cocina durante 10 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que el líquido se reduzca ligeramente. Retira las cáscaras de la naranja antes de usar.
3. Fríe los buñuelos: Calienta en una sartén grande suficiente aceite de oliva virgen extra con Denominación de Origen Estepa como para cubrir dos dedos de altura. Con la ayuda de una cuchara, forma pequeñas porciones de la masa y fríelas en el aceite caliente hasta que los buñuelos estén dorados. Retíralos y déjalos escurrir sobre papel de cocina.
4. Cocina los buñuelos en agua-miel: Una vez fritos, sumerge los buñuelos en el agua-miel durante 6 u 8 segundos. Colócalos en un recipiente sin amontonarlos para evitar que se rompan. Si no los vas a consumir de inmediato, guárdalos y riega con el agua-miel justo antes de servir.

Los buñuelos al agua-miel son una receta clásica que ha perdurado a lo largo del tiempo por su sencillez y sabor irresistible. La combinación de la miga de pan esponjada con vino, el toque dulce del agua-miel y el dorado perfecto logrado gracias al aceite de oliva virgen extra con Denominación de Origen Estepa, hacen de este postre una delicia para cualquier ocasión.

Sírvelos recién hechos o reserva el agua-miel para bañarlos justo antes de degustarlos, garantizando así que mantengan su textura perfecta y su sabor auténtico.