Aunque el olivo es un árbol característico del clima mediterráneo es capaz de soportar periodos de frío. Sin embargo, requiere de una serie de cuidados como la poda tras la campaña de recolección de sus frutos, para mantener el equilibrio entre sus funciones vegetativas y reproductivas.
La poda del olivo influye en la recolección de su fruto: las aceitunas. El objetivo es obtener una buena cosecha para producir un aceite de oliva de máxima calidad.
¿En qué consiste la poda de un olivo?
Consiste en la eliminación de todas las partes inservibles, de aquellas ramas y hojas que obstaculizan su crecimiento normal. Con ello se busca mantener el árbol sano, ampliar su capacidad productiva y permitir un mayor acceso a los frutos esperados, de la que se obtenga el zumo de aceituna, el aceite de oliva virgen extra.
¿Cuándo se realiza la podar un olivo?
Al igual que el resto de árboles la mejor época para realizarla suele ser entre otoño e invierno, pero se ubican en entornos muy fríos, entonces se recomienda retrasarla a finales de invierno (entre febrero y abril). Con ello se evita que el árbol sea más vulnerable a las condiciones climáticas adversas.
¿Cómo se realiza la poda del olivo?
Lo primero a tener en cuenta es que nunca se realiza de la misma manera, siendo de distinto tipo según la edad del olivo.
En los primeros años de vida de la planta se realiza la poda de formación con la que se busca formar el olivo de forma adecuada y permitiendo una recolección fácil del fruto. Para ello, se recomienda atar el árbol a tutores que marquen la altura de la copa, evitando que salgan brotes secundarios, limitando la poda a la zona por debajo de la sujeción. De esa manera cuando el árbol sea adulto tendrá una altura mínima de copa permitiendo la movilidad de los trabajadores a su alrededor.
Cuando la copa del árbol ya está formada se dice que ya el olivo está en su edad adulta. Entonces se plantea una poda de mantenimiento orientada a que el fruto sea lo más abundante posible, quitando las ramas más viejas para permitir el paso a las ramas jóvenes. Es sabido que la luz solar es clave para el crecimiento de la planta, de modo que cuanta más luz llegue a la mayoría de las ramas, mejor será su crecimiento.
En la fase de envejecimiento del olivo sus brotes nuevos son escasos y sus ramas tienen cada vez menos hojas. Es clave entonces realizar una poda de regeneración, que permita mantener una producción óptima de aceitunas durante muchos años. Para ello, es clave la retirada de ramas viejas para dejar espacio.
¿Qué hacer con los restos de la poda?
Las técnicas agronómicas sostenibles implantadas en la totalidad de olivares de la cooperativa Oleoestepa promueven el uso de estos desechos para la generación de cubiertas vegetales.
La incorporación de la cubierta vegetal es una solución sostenible a la protección contra la erosión en el suelo, la cual ejerce un papel bastante negativo en el cultivo puesto que cuando está presente en el suelo provoca la reducción de capacidad del mismo para almacenar agua, así como la disminución de nutrientes. Además, permite la convivencia de insectos, aves, reptiles y demás fauna natural en el olivar, valorizando de este modo la conservación de la fauna y flora ibérica.
Si quieres ampliar información sobre esta práctica agronómica sostenible te invitamos a visionar una interesante ponencia sobre este asunto que tuvo lugar en el marco de ENCUENTROS OLEOESTEPA: https://bit.ly/3cdAqnf
¿Cómo se poda un olivo?
Cuando se realiza una poda es fundamental hacerlo con criterio y conocimiento, sino lo que se conseguirá es dañarlo. Así, el uso de técnicas y herramientas adecuadas en la poda harán que el olivo sólo encuentre beneficios con esta práctica.
Respecto a las herramientas, cuando se trata de un olivo joven puede bastar con unas tijeras de podar y una pequeña sierra. A medida que el olivo va creciendo se podrá hacer uso una motosierra para quitar ramas más gruesas.
En cuanto a las técnicas, ya hemos apuntado que varían según la edad de olivo. Cuando se trata de un árbol joven se eliminan las ramas más pequeñas que salen del tronco para hacer que este crezca recto. Entre los 6 y 12 años se le va dando configuración al árbol, buscando el equilibrio entre una copa frondosa, pero con accesibilidad fácil a los frutos.
En definitiva, la poda es un proceso fundamental que no sólo ayuda a que tenga unas condiciones vegetales óptimas, también a que sea productivo el mayor tiempo posible dando un fruto sano del que se obtenga un aceite de oliva virgen extra de máxima calidad.