La sociedad cooperativa Oleoestepa, principal productora y comercializadora de aceite de oliva virgen extra de alta calidad, ha puesto en marcha un proyecto de I+D para lograr valorizar el alperujo, un subproducto resultante del proceso de extracción del aceite de oliva, en un fertilizante orgánico, cerrando así el ciclo productivo del aceite de oliva ya que se devolvería al campo en forma de abono lo quese retiró durante la cosecha.
Para ello, ha construido una planta piloto de compostaje de alperujo y restos de biomasa del olivar en unos terrenos cedidos por la Cooperativa Olivarera de Casariche, en Sevilla, con una capacidad para procesar 1.000 toneladas de alperujo, la planta valorizará este subproducto para transformarlo en abono natural como alternativa viable a su destino tradicional de cogeneración energética, que en la actualidad es de dudosa rentabilidad debido a los continuos recortes de las primas económicas que recibían por la generación y venta de electricidad, así como a la tendencia al alza de los precios de los abonos de síntesis, muy dependientes del precio del petróleo.
Tal y como señala Melchor Martínez, responsable del departamento de I+D+i de Oleoestepa, el objetivo principal de esta primera fase del proyecto es “investigar el proceso natural de compostaje, desarrollando la receta adecuada para nuestro olivar, así como estudiar la rentabilidad del proceso de obtención de este fertilizante orgánico obtenido a partir del alperujo”.
En este sentido, el departamento de I+D+i de Oleoestepa tiene previsto poner en marcha una segunda fase a través de pruebas de campo que pongan de manifiesto la capacidad del fertilizante resultante para mejorar los suelos a nivel de materia orgánica, incrementar la retención de agua y desbloquear nutrientes. De esta forma, la fertilización con compost de alperujo podría complementar, y en algunos casos llegar a sustituir a los abonos de síntesis y optimizar la rentabilidad de las explotaciones a medio plazo.
Se trata, por tanto, de un proyecto con una importante relevancia económica y medioambiental que, en palabras de Álvaro Olavarría, director gerente de Oleoestepa, “reafirma el compromiso de la sociedad cooperativa con la conservación del entorno y se suma de esta manera a las técnicas de producción integrada que se aplican en el 100% de los olivares de la marca sevillana”. Además, Olavarría apunta que “la autogestión de este subproducto abriría la puerta a una nueva actividad económica para Oleoestepa, generando mayor rentabilidad para el socio, nuevos puestos de trabajo y riqueza para la comarca”.