Todo comienza en torno al olivo, los agricultores cuentan con un servicio de asesoramiento y control de un técnico agrónomo, por cada 2.500 hectáreas de olivar, de las diferentes tareas que requiere el día a día del cultivo del olivar. La trazabilidad está garantizada desde el origen al quedar registradas las tareas realizadas en un cuaderno de explotación.
Dichos controles técnicos detectarán posibles enfermedades y plagas que afecten al árbol y sus frutos. En su caso, las actuaciones puntuales de lucha contra plagas o enfermedades se harán protegiendo siempre la fauna y flora, y garantizando que los frutos a obtener quedarán exentos de cualquier tipo de residuo fitosanitario. Para ello, sólo se usarán materias activas autorizadas para este cultivo, y en las dosis y fechas indicadas.
Más de 150 millones de kilos de aceitunas son recolectados de forma temprana, en los meses de noviembre y diciembre, en su momento óptimo de madurez.
La aceituna se obtiene mediante un modo de recolección de vuelo, posible gracias a que cuenta con una de las mayores flotas a nivel mundial de sistemas de recolección mecanizada.
De este modo se recogen de forma rápida sin alterar sus cualidades organolépticas. Controles exhaustivos garantizan que estos frutos sanos no pierden sus cualidades naturales en la recolección, transporte, recepción y molturación.
En la fase de filtrado se consigue mantener los atributos del virgen extra durante un mayor tiempo, al retirar los residuos orgánicos existentes que favorecen la oxidación y un deterioro rápido de su calidad.
Por ello en Oleoestepa se cuenta con una planta de filtrado, con capacidad de procesar al año unas 12.000 TN de aceite de oliva virgen extra, y con las más importantes certificaciones para el aseguramiento de la Calidad: ISO 14001:2004, International Food Standard, British Retail Consortium, Calidad Certificada Junta de Andalucía, y Certificado de aceites ecológicos.