En primer lugar se trocea la cebolla muy picada, se pone a freír con un poco de aceite de oliva virgen extra (que cubra el fondo de la sartén) en una sartén grande, honda y si es posible antiadherente.
Cuando esté dorada la cebolla se le incorpora la harina, moviéndola constantemente con una cuchara de madera tres o cuatro minutos; se le incorpora el jamón, el queso manchego cortado en dados y una pizca de nuez moscada, todo esto sin dejar de mover la masa.
Cuando el queso esté fundido se le empieza a echar la leche poco a poco, sin dejar de mover la masa, y quedará una bechamel espesa.
Un síntoma de que está lista la bechamel es cuando empieza a despegarse de las paredes de la sartén.
Una vez que está lista la echamos en una bandeja y se deja enfriar. En este caso no se le ha puesto sal, pues el jamón suele salar bien las comidas. Solo nos queda cortar la masa en porciones, darle forma a las croquetas y pasarlas por huevo batido, pan rayado y freirlas en abundante aceite de oliva virgen extra.
Ingredientes (4 personas)
- 150 g. de harina de repostería
- 100 g. de jamón picado
- 100 g. de queso manchego
- 1 Cebolla grande
- Aceite de oliva virgen extra con
- Denominación de Origen Estepa
- 2 Huevos
- 2 l. de leche
- Pan rallado
- Nuez moscada molida
- Sal
NOTA: En este caso hemos utilizado jamón y queso. Se puede utilizar cualquier sobra de comida: carne del cocido, atún, pescada, gambas, etc… Es muy importante mover constantemente la masa o bechamel para que no se nos pegue.
Virgen extra recomendado: El dulzor y suavidad que caracterizan al Virgen Extra Arbequino API de Oleoestepa dan a las croquetas un toque de almendra y le aportan un frutado especial.